Jorge Soler y José Abreu arrancaron la temporada de 2016 con un rendimiento por debajo de sus posibilidades. Transcurridos los dos primeros meses de campaña, uno y otro están lejos de sus resultados del pasado año. Sin embargo, esta última semana (entre el 23 y el 30 de mayo) mostraron signos de recuperación que les brinda sosiego, no solo a ellos, sino a sus respectivos equipos.
A todas luces Soler, que juega para los Cachorros de Chicago, ha comenzado a encontrar la paciencia en el plato para aprovechar las oportunidades brindadas por su manager Joe Maddon, quien en una exclusiva con la colega Marly Rivera dijo de Soler que «físicamente, es un prodigio. Podría estar jugando como ala cerrada o ala defensiva en la NFL. Tiene además un poder extraordinario, un gran brazo y corre bien».
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