Por JPF
El arte de cerrar juegos no se aprende fácil, a Euclides Rojas le tomó tiempo y sacrificio, pero al final le rindió frutos. Este derecho del Cerro es si dudas el mejor relevista cubano de todos los tiempos.
Mucho se habla en la Isla de Orestes González, Miguel Lahera, José Ángel García y Valeri García. Por supuesto ninguno de ellos abandonó el país.
Sin embargo no es comprensible que los especialistas beisboleros de la Mayor de las Antillas obvien a esta importante figura.
Rojas no poseía una velocidad supersónica, pero era dueño de una curva magistral y por sobre todas las cosas de una inteligencia sin par. Cuando se hable de excelencia en el pitcheo de relevo es imperativo ubicarlo como máximo exponente en nuestro país.
Euclides Rojas nació el 25 de agosto de 1964, debutó en series nacionales con solo 16 años y debió participar en el Mundial Juvenil de Barquisimeto de 1982 pero fue excluido de la selección sin explicación alguna.
No solo sus números en nuestras series nacionales, selectivas y eventos internacionales lo demuestran, sino que en una época en que no abundaban los cerradores supo ganarse la confianza y el respeto de directores, compañeros de equipo y fanáticos en general. Muchos recuerdan aquel famoso deadball que le propinó a Julio Germán Fernández con las bases llenas en una final contra Henequeneros, pero también recuerdan sus 90 juegos salvados y 59 victorias en 13 campeonatos, todos con Industriales.
Euclides Rojas llegó a los Estados Unidos con el brazo lesionado, el mayor nivel que pudo alcanzar como jugador fue el de AAA, definitivamente su brazo no andaba bien. Además de la lesión tuvo que soportar una travesía en balsa en el mar, casi perder la vida y pasar 6 meses en la Base Naval de Guantánamo en 1994. Todas estas vicisitudes serian terminales para un pelotero de otra nacionalidad, pero Euclides es 100 por ciento cubano, es más, la sangre que corre por sus venas no es roja, es azul. Su espíritu Industrialista no se destruye fácil
“Cuando Rene Arocha decidió quedarse para jugar en el Béisbol de Grandes Ligas en el 1991, sobre mi persona en Cuba se abrió un caso de no se ni como decirlo, pues sigo sin entender, pero lo que si puedo decirle que el único pelotero del Equipo Cuba que sabia que Rene se quedaría era yo, pero como eso fue una decisión personal de El y con eso no hacia mal personal a ninguna otra persona me lo calle y lo único que hice fue desearle mucha suerte”, declaró exclusivamente el atleta a nuestro sitio.
Euclides Rojas se desempeñó como coach de pitcheo de Los Marlins de Florida en las Ligas menores desde 1995 hasta el 2000. Seguidamente pasó a ser Instructor de pitcheo de Los Piratas de Pittsburgh hasta el 2002, en el 2003 trabajó como Coach de Bullpen de Los Medias Rojas de Boston en Grandes Ligas y tuvó el honor y la suerte de participar en La Serie Mundial del 2004 donde su equipo ganó el Campeonato. Al año siguiente regresó a Los Piratas de Pittsburgh como Coordinador de Desarrollo de Latino América, posición que mantiene en estos momentos.
El apagafuegos azul posee 2 anillos de Serie Mundial, con los Marlins en 1997, como coach de Ligas Menores y el 2004 con Las Medias Rojas de Boston como Coach de Bullpen.
Este industrialista desde niño, no pudo salvar ningún juego en Grandes Ligas, pero millones de cubanos recuerdan su labor como el mejor relevista cubano de todos los tiempos.