Cuando Aroldis Chapman fue cambiado a Chicago en julio, la alta gerencia de los Cachorros envió bien claro el mensaje: Vamos en búsqueda del título. Ahora, luego de una temporada baja tumultuosa en la que se vio involucrado en un incidente de violencia doméstica y fue suspendido por 30 juegos por MLB, él ha hecho su nueva vida en Chicago y, luego de conseguir tres salvamentos en las tres victorias de los Cachorros en la SDLN, él espera estar encaminado hacia un campeonato. Lo seguimos durante un día de juego en agosto para saber que se siente ser el nuevo chico en la ciudad.
«Mi mama, mi papa, mis hijos, mis hermanas, todos ellos son todo para mí. Gracias a Dios que hemos estado juntos desde que era chico, todos crecimos juntos, juntos todo el tiempo. Siempre hemos sido muy unidos, los cinco. ¿Qué si vivimos juntos? Sí. Gracias a Dios que los pude traer aquí [a Estados Unidos]. Lo único que extraño es mi otra hermana, que vive en Italia.
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