Entrevista con Michel Enríquez

Publicada en la Revista Cubana «La Calle del Medio»

En uno de mis recorridos por la Isla de la Juventud, devastada por dos huracanes y en plan de reconstrucción, una persona comentó ante mi, de pasada, que el tercera base titular de los equipos Cuba e Isla de la Juventud de béisbol, Michel Enríquez, había recibido y rechazado una oferta millonaria para que desertara. El guarda la nota que le entrego un scout, me dijeron.

	Michel Enríquez

Pregunté si Michel se encontraría en la pequeña isla y me respondieron que si, así que al día siguiente fue directamente a su casa con un amigo suyo, sin aviso previo.

Nos hizo pasar enseguida, hospitalario. La casa era espaciosa y cómoda, pero no lujosa. En una vitrina guardaba trofeos, medallas y fotos. Sin poses de estrella, estuvo dispuesto a responder algunas preguntas para LA CALLE DEL MEDIO. Pero cuando mencione la carta se sorprendió y casi dio por terminada la entrevista. ¿Quién te dijo eso?, me pregunto.

Estuve a punto de creer en la falsedad del testimonio cuando, más sereno, me dijo: es que de eso yo casi no hablo, no se como la gente se entera. La nota escrita a mano en pésimo español la conservaba su padre, y no pudo mostrármela hasta que, dos días después, este llegara de un viaje a La Habana. Pero accedió finalmente a conversar sobre el tema, del que en una ocasión se hablara en la televisión cubana.

Cuéntame sobre esa nota que recibiste

Eso fue en el 2003 durante los Juegos Panamericanos de Republica Dominicana. Estaba yo en una de las plazas de la Villa, donde se encontraban los teléfonos. Cuando termino de llamar se me acerca un muchacho, a quien reconocí enseguida por los mismos reportajes que habíamos visto en Cuba, porque ese año habíamos estado antes en Panamá y en el Preolímpico y se hizo un trabajo sobre estas personas que estaban acechando constantemente a los atletas cubanos, que se molestan mucho.

	click para ampliar

El muchacho se encontraba dentro de la Villa, era muy joven me imagino que tendría como 22 o 23 años, pero fíjate, no hacia una semana que en Cuba habían puesto ese material en el que se hablaba de estas cosas ¿cómo podía esa persona estar dentro de la Villa en un evento oficial, tan serio como los Panamericanos?

Entonces se me acerco y me entrego el papel, me dijo que pensara en las cosas que me decían y que el estaría allí par actuar ante cualquier decisión que yo tomase. Era una nota incitándome a desertar y hablándome de dinero. El me entrega la carta y se queda un rato allí, esperando.

Yo tomé la carta por un problema de educación, no me gusta ser grosero con nadie, aunque ya me imaginaba lo que quería, la leí y me retiré. Voy para la habitación, me siento con el comisionado aparte y le cuento: me sucedió esto y esto, y ahí tienen usted el papel.

Yo entregué el papel no para que se le diera importancia ni para que se publicara sino para alertar, para que ellos conocieran el hecho. Fue todo lo que pasó.

Esa es la educación que me dieron mis padres, que son obreros, y están ya retirados. Mis padres conservan todas las notas, todos los recortes de los periódicos que hablan de mi. Y por eso tienen también esta nota, yo se las di par que la pusieran en el album donde tienen todos mis recuerdos, las cosas que tendré par recordar cuando ya no esté en el béisbol. Algunas buenas y otras tristes, que también le han pasado a uno.

Durante el Clásico del 2006 efectuado en Puerto Rico y en Estados Unidos pudiste compartir con peloteros estrellas de las Grandes Ligas ¿Te parecieron acaso superiores como atletas?

Bueno, yo conocía a esos peloteros porque he tenido la posibilidad de verlos por televisión en los mismos hoteles donde nos quedamos durante la Serie Nacional, yo tenía ya una referencia de esos peloteros.

Para nosotros fue una experiencia muy bonita. Ellos son seres humanos iguales a nosotros, no tienen nada por encima, yo por lo menos los vi así, lo pude palpar allí en Puerto Rico, porque tuve la posibilidad de compartir con algunos de ellos, en el sentido de hablar, de tener comunicación, de ver como pensaban, como se formaron, porque también les pregunté sobre eso.

Ellos querían saber como vivíamos aquí, nos preguntaban como era la Serie Nacional y por que jugábamos. Nunca por mi mente pasó que fueran superiores a los 30 que fuimos allá. Allí se habló del dopping y sin vanagloriarme, nosotros tenemos el deporte mas sano del mundo. Nadie va dopado a un juego.

Nosotros les explicamos que fuimos formados sin tener que pagar los estudios, sin tener que pagar las escuelas deportivas. Yo pasé por todas: la pre EIDE, la EIDE y la ESPA. Les llamaba la atención que jugáramos con tanta pasión, que nunca nos diéramos por vencidos, que siempre estuviéramos luchando el juego aunque nos encontráramos abajo.

¿Cómo ves al equipo Cuba del que formas parte? ¿Por que se han perdido los últimos campeonatos en los que hemos participado?

El equipo cubano estaba muy bien, a pesar de esta derrota en la Olimpiada, algo que todos sentimos mucho, pero tenemos que darnos cuenta de que ya el béisbol ha cambiado, que no es el mismo de años atrás cuando jugábamos con universitarios, ya no podemos esperar que el equipo Cuba haga 15 o 20 carreras por juego, los juegos ahora van a ser muy cerrados, porque estamos jugando con peloteros que viven de eso y hay gente a las que les pagan para que te scauteen, para que revisen todos los detalles de tu juego.

Pero nosotros también podemos estudiar a los contrarios.

Nosotros también podemos hacer eso. Pero a pesar de todas estas cosas, del scauteo de que te hablo, la verdad se dice ahí en el terreno. Ahí es donde se dice la última palabra. Hay que decir también que el equipo cubano siempre está entre los dos primeros del mundo.

No es para justificar, porque para mi un segundo lugar no es satisfactorio, como dije una vez, estoy contento pero no satisfecho, y nos da la medida de que tenemos que esforzarnos más, que los más conocedores del béisbol tienen que revisar y proponer ciertos cambios, he visto en la televisión en estos últimos días que muchas personas buenas han hecho declaraciones, ayer mismo vi un comentario en el noticiero deportivo de las seis, que hablaba de que los 16 equipos jugaran 45 juegos y después, en una segunda ronda, los 8 o los 6 que mas hayan ganado jugaran otros 45 juegos, reforzados cada uno con cinco jugadores de los equipos que quedaran fuera. Y al final, los cuatro que más hayan ganado discutirán la semifinal y la final.

Me gustó mucho esa propuesta, pero no soy quien para valorar si debe o no aplicarse.

El béisbol cubano es bueno, muy bueno. Es cierto que con frecuencia enfrentas pitchers menos fuertes. Quiere decir que en una semana yo puedo encontrarme a un solo pitcher o a dos pitchers buenos, de primera línea, porque buenos son todos. Y de esa forma tendríamos la posibilidad de enfrentar muy seguido a lanzadores de primera línea. Eso te ayuda a levantar tu nivel, te sirve de preparación. Después de concluida la serie nacional y los play off debemos topar, pero topar con equipos buenos….mira, el entrenamiento en Corea nos sirvió mucho, mucho.

A los coreanos les sirvió mas….

Bueno, nosotros los conocíamos, ellos nos conocían también, pero nos sirvió. Allí en Corea yo vi el cambio de bola. Aquí en Cuba no se tira el cambio de bola, los pocos pitchers que tiran el cambio de bola no lo hacen con la exigencia y la calidad que lleva. Allí yo vi como era en realidad el cambio de bola. En Holanda, en los dos juegos que perdimos con el equipo americano, el lanzador fue el mismo y lo único que nos tiró fue el cambio de bola. Eso nos sirvió mucho para la Olimpiada.

Pienso que Lazo es el mejor relevo de Cuba. Es verdad que teníamos otros lanzadores frescos, pero hay que ver que se discutía la medalla de oro, no se puede improvisar si no lo has hecho antes. Pienso que nos equivocamos nosotros en el primer inning, porque los out en la pelota son out. El error esta en el béisbol, pero el error mental es el que no puede suceder, y allí se vio que tres jugadores fuimos por una pelota y la pelota pico. Eso tenía que ser out y eso nos costo.

El pitcheo cubano es joven, con brazos frescos. Presión uno siempre tiene, pero a medida que avanza el juego uno va liberando tensiones y más cuando se discute una medalla, o cuando juegas contra un equipo bueno como el japonés o el de Estados Unidos. El que diga que no hay tensión…. no se pierde nada con reconocerlo, yo he tenido tensión y la he sentido también en las series nacionales.

En el juego contra Corea sabíamos que era la discusión de la medalla de oro, el ultimo juego olímpico, y uno empieza tenso.

¿Cuáles son los momentos que recuerdas con más satisfacción de tu vida deportiva?

Cuando hice mi primer equipo nacional, el equipo que jugo en Baltimore contra los Orioles, en el famoso tope aquel que se hizo en Cuba y en Estados Unidos. Fue inolvidable.

En el 2001 cuando jugué por primera vez regular del equipo cubano en China Taipei, durante el Mundial. Y cuando pude asistir a los Juegos Olímpicos de Atenas, mis primeros Juegos Olímpicos. Mira puedo recordar también una Copa del Mundo aquí en La Habana discutiendo la final precisamente contra Corea, en un noveno inning con bases llenas hice un fildeo que impidió que nos dejaran al campo. La gente me reconoce en la calle, sobre todo los niños, que son los que más me motivan.

¿Y cuales han sido los momentos más desagradables?

Bueno, fue uno de los eventos tristes de mi carrera cuando en el 2005 fui retirado sin ninguna explicación de capitan del equipo Cuba, no hubo explicación, yo no estaba mal. Me sustituyó Paret a quien respeto mucho, es mi compañero de equipo y lo ha hecho muy bien, pero me retiraron ese año sin ninguna explicación. Me sacaron de capitán y me pusieron a jugar de designado en la Copa Mundial de Holanda.

Y el más triste de todos fue un incidente que me ocurrió el año pasado, donde una inmadurez me llevó a cometer un error del cual estoy arrepentido y que no volverá a ocurrir, y trataré de ayudar a cualquier atleta que esté a mi lado para impedir que cometa la misma indisciplina.

Eso me costó ser sancionado a estar un año fuera del béisbol, que es lo que más amo. Durante ese año aprendí mucho. Maduré más como persona, como ser humano.

¿Cuáles fueron tus ídolos en la pelota cubana, los que te inspiraron mas?

Tengo muchos, pero te voy a mencionar uno: Antonio Pacheco. De pequeño imitaba mucho a Victor Mesa, por su explosividad, por lo agresivo. Mi mamá me molestaba diciéndome “ese es un payaso”. Pero a mi me gustaba su forma explosiva. No, no, no soy así como el, pero me gusta mucho. A lo mejor soy así, pero de otra forma.

También puedo mencionarte el nombre de Omar Linares, el mejor pelotero que ha tenido Cuba. Jugué con el, con Kindelán y con Pacheco, pero con este ultimo es con el que mas afinidad y confianza tengo de todos.

¿Estas casado?

No de papeles, pero si llevo ya 11 años con mi pareja. Desde que tenemos 16, 17 años estamos juntos. Ella es trabajadora bancaria, cuando joven estuvo en el ciclismo, pero solo un año, durante la Secundaria.

¿Le tienes fobia a los papeles?

No, no , es que todo va bien así.

¿Tienes hijos?

No, pero estamos buscándolos.

He visto que están reconstruyendo la cerca del terreno de pelota…..

El ciclón destruyo realmente gran parte de la Isla y nos afectó el terreno de pelota, pero nos vamos a recuperar. Va a ser el reconocimiento que el equipo pueda darle a la Isla de la Juventud por su valentía frente al huracán.

Por suerte el aire no hizo cajón en mi casa y no pudo reventar los cristales, pero en muchos lugares la gente perdió los techos de sus casas. Cuando salí al día siguiente a la calle era impresionante ver a la gente que lo había perdido todo, pero la Revolución no ha dejado a nadie desamparado. Ha venido gente de otras provincias a ayudarnos, los linieros, las brigadas de comunales para recoger la basura, los eléctricos, las personas de ETECSA y se incorporaron también los artistas, eso es algo muy bonito.

Están aquí, al lado de mi casa con Kcho. Es algo extraordinario lo que hacen los artistas, porque eso de dejar sus casas y estar acá significa mucho para nosotros.

Siempre estaré aquí con mi equipo, representando los colores de la Isla de la Juventud y si por mis resultados vuelvo a ser incluido en las preselecciones del equipo Cuba trataré de hacerlo lo mejor posible para aportar mi granito de arena en la obtención de una medalla más. No me creo nunca que ya estoy en el equipo nacional hasta que no me gano ese derecho.